El cesto de los tesoros es una propuesta de juego que ofrece a los niños/as en el primer año de vida (cuando son capaces de mantenerse sentados) la posibilidad de descubrir el mundo a partir de su propia actividad.

Es una actividad que responde a la exploración y actividad autónoma (no dirigida) de los niños, poniéndolos en contacto con una variedad de objetos, que no tiene una finalidad única y predeterminada, sino que ofrece el máximo de oportunidades de estimulación del desarrollo infantil.

La posición de estar sentado aporta al bebé un nuevo punto de vista, un mayor dominio sobre su entorno inmediato, sus ojos y sus manos alcanzan todo mucho mejor.

Así cobra gran importancia el cesto de los tesoros, como fuente de estímulo y de conocimiento, aprovechando esa inamovilidad que tanto favorece la concentración del niño.

Los objetos y materiales diferentes son seleccionados cuidadosamente para que proporcionen al niño una amplia gama de experiencias sensoriales que estimulen sus cinco sentidos.

Los objetos del cesto son objetos de la vida cotidiana, de diferentes texturas y materiales, con ellos los niños reciben muchas más “informaciones” que con los juguetes convencionales, porque le ofrecen referencias claras sobre la textura, peso, olor, sabor, temperatura y consistencia.

Los objetivos que queremos alcanzar con esta actividad son:

  • Descubrir de qué están hechas las cosas.
  • Desarrollar la coordinación viso manual.
  • Estructurar el pensamiento.
  • Desarrollar la atención focalizada.
  • Potenciar la libertad y la autonomía en la acción.